Los españoles tenemos muchos defectos. Somos, por lo general, crédulos e idealistas por naturaleza. De ahí nuestra tendencia a embarcarnos en todo tipo de aventuras quijotescas. Sin embargo, nos puede el instinto por lo que cualquier proyecto totalitario destinado a controlar nuestros impulsos está abocado al fracaso.
Ni las campañas antifumadores, ni las campañas anti-fast food, ni la persecución del "género" masculino, ni las leyes para culpabilizar a los conductores del mal estado de las carreteras, ni otros proyectos totalitarios a medida de nuestros queridos gobiernos socialistas podrán con la divisa de todo buen español que se precie: "No me toques los huevos".
Y como muestra un botón: un tetrapléjico incumple las normas de circulación en una autovía gallega al circular con su camilla motorizada con la barbilla y la boca a una velocidad considerable, según relataron los dos policías que lo interceptaron cuando se dirigía a un local de alterne.
Lo que no sabemos es el tipo de puntos que le quitaron; si los del carné o los de sutura.
Ni las campañas antifumadores, ni las campañas anti-fast food, ni la persecución del "género" masculino, ni las leyes para culpabilizar a los conductores del mal estado de las carreteras, ni otros proyectos totalitarios a medida de nuestros queridos gobiernos socialistas podrán con la divisa de todo buen español que se precie: "No me toques los huevos".
Y como muestra un botón: un tetrapléjico incumple las normas de circulación en una autovía gallega al circular con su camilla motorizada con la barbilla y la boca a una velocidad considerable, según relataron los dos policías que lo interceptaron cuando se dirigía a un local de alterne.
Lo que no sabemos es el tipo de puntos que le quitaron; si los del carné o los de sutura.
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