domingo, mayo 06, 2007

Sarko Président!




Con una participación del electorado francés impresionante (un 86 %, uno de los índices más altos de la Vª República -un 87,33% en 1974 y un 85,85% en 1981-) Sarkozy ha hecho valer su proyecto de futuro frente a la Francia del pasado que encarna la izquierda francesa. El nuevo Presidente de la República, que sustituye al patético Chirac, se ha metido en el bolsillo a los franceses con una apuesta por los valores y la defensa a ultranza de las libertades.

Atrás ha dejado la Francia del inmovilismo, la Francia de la subvención, la Francia proteccionista, la Francia de las 35 horas. Mayo del 68 ha muerto y renace la esperanza de una Europa, liderada por el eje Paris-Berlín-Madrid (Sarko-Merkel-Rajoy), capaz de afrontar los retos de la globalización, de las deslocalizaciones, del terrorismo internacional, de la inmigración, y de su propia decadencia.

La gran tarea de refundación de Europa parte de la educación y la defensa de los valores frente al pensamiento único del buenismo que tantos estragos ha hecho entre una población mal informada y atormentada por un sentimiento de culpa esculpido en sus retinas por los apóstoles del apocalipsis eco-comunista.

Una lección que algunos deberían extraer de la alta participación en las presidenciales galas (las europeas o el Estatut) es el porqué la mayoría de la gente se declara "apolítica" (tremenda aberración por otro lado) y lo demuestra no acudiendo a votar. ¿Quizá nadie representa con valentía la oposición a los valores del Estado? Valores que se nos trata de imponer con la doble moral del que dice lo que hay que hacer pero que no suele hacer lo que dice. ¿No es ése el gran abismo entre la clase política y el electorado?

Por eso ha ganado Sarko; porque ha sabido conectar con los valores de las personas. Porque gobernar es cosa de todos (res pública), y no la divisa socialista de "lo hacemos por tí". Todos somos responsables de señalarle el camino al gobierno y éste de seguirlo. Ha pasado el tiempo de gobernantes creativos, se necesitan gobernantes eficaces que resuelvan los problemas reales de los ciudadanos.

Así, sí; todos juntos podemos. Ensemble, tout devient possible!