domingo, marzo 18, 2007

La verdadera hoja de ruta del proceso de paz




¡Los planes del Gobierno al descubierto! La coincidencia en los objetivos trazados por Elkarri (hoy Lokarri) en marzo de 2003 y la hoja de ruta del proceso de paz sugiere cosas que no me atrevo ni a pensar. Para ver el Plan de acción 2003-2005 de la organización independentista PINCHA AQUÍ.

Lo que viene después es el Estatuto político de la nueva Euskadi que pretende la creación de un marco político común con las isntituciones navarras con vistas a su futura anexión.

En cuanto a la valoración que hace esta organización del momento político actual:

En 2004, el atentado del 11-M y las elecciones generales del 14-M marcan claramente un antes y un después en la evolución de la situación política. El vuelco político y electoral que provocan los electores abre un tiempo de cambios, que se confirma un año más tarde en las elecciones autonómicas vascas del 17 de abril cuyos resultados no dejan otra alternativa que negociar.


Se abre así un nuevo ciclo político con dos grandes características: un tiempo de esperanza para la paz y la normalización política y un tiempo de negociación sobre el marco de convivencia, que contrasta con el inmovilismo y la crispación dominante tras la ruptura de la tregua del 98. A partir del atentado del 11-M y las elecciones generales del 14-M, se han sucedido acontecimientos como la declaración de Anoeta de Batasuna, la aprobación de la propuesta de nuevo Estatuto político vasco que posteriormente rechaza el Congreso, la ilegalización de Aukera Guztiak y la concurrencia a las elecciones de EHAK, el propio resultado de las elecciones sin grandes cambios de fondo, la resolución del Congreso autorizando un final dialogado en determinadas condiciones o la decisión de ETA de no atentar contra cargos electos.



Sobre Navarra:

Finalmente, la posibilidad de plantear alguna propuesta novedosa y de consenso en relación a Navarra debe también realizarse antes de 2007, fecha de celebración de las elecciones autonómicas, para que en su caso esta propuesta pueda ser contrastada en las urnas.


"Largo, duro y difícil":

En definitiva, vivimos un momento político de máxima complejidad, pero también de gran esperanza. Nadie puede esperar una solución fácil, pero mientras la sociedad mantenga la exigencia que acucia a dar pasos reales, y no haya una alternativa clara a la negociación, hay motivos para ser optimistas. Por ello, es imprescindible el empuje social para poder superar las dificultades que se presenten, y, con más fuerza que nunca, debe mantenerse la reivindicación de no violencia, diálogo sin exclusiones y humanización para que la mesa de partidos se convierta en una realidad.



Más AQUÍ.

Los navarros, sin embargo, han dicho este fin de semana que no piensan ceder ante el chantaje de ETA. "Navarra es España".