A pedradas con la Justicia. Así es como tratan los jueces estrella de la Audiencia Nacional nuestro vapuleado Estado de Derecho. No contentos con procesar en su día a Pinochet (en este caso fue el divino Garzón), ahora Santiago Pedraz se atreve con tres militares norteamericanos.
De este modo, Pedraz ha dictado un auto de procesamiento contra un teniente coronel, un capitán y un sargento del ejército de lso USA por la muerte accidental de José Couso en abril de 2003 al disparar el tanque del sargento Gibson contra el Hotel Palestina en Bagdad. Les imputa un delito contra la comunidad internacional y otro de asesinato con ocasión de conflicto armado. Se olvida, claro, este candidato a figurar en el Hall of Fame de los cínicos que no tiene jursidicción sobre militares extranjeros por un suceso acaecido en territorio extranjero.
El artículo 21, en su ordinal primero, de la muy socialista Ley Orgánica del Poder Judicial (la que acabó en el año 1985 con la división de poderes) dice:
De este modo, Pedraz ha dictado un auto de procesamiento contra un teniente coronel, un capitán y un sargento del ejército de lso USA por la muerte accidental de José Couso en abril de 2003 al disparar el tanque del sargento Gibson contra el Hotel Palestina en Bagdad. Les imputa un delito contra la comunidad internacional y otro de asesinato con ocasión de conflicto armado. Se olvida, claro, este candidato a figurar en el Hall of Fame de los cínicos que no tiene jursidicción sobre militares extranjeros por un suceso acaecido en territorio extranjero.
El artículo 21, en su ordinal primero, de la muy socialista Ley Orgánica del Poder Judicial (la que acabó en el año 1985 con la división de poderes) dice:
1. Los juzgados y tribunales españoles conocerán de los juicios que se susciten en territorio español entre españoles, entre extranjeros y entre españoles y extranjeros con arreglo a lo establecido en la presente Ley y en los Tratados y Convenios Internacionales en los que España sea parte.
El artículo 24 de esta misma norma sólo permite juzgar a españoles o extranjeros por actos cometidos fuera de nuestras fronteras en casos tales como el genocidio o el terrorismo. Algo exagerado, ¿no les parece?
Es preciso acabar con estas mamarrachadas que perjudican la imagen internacional de nuestro país. ¿Se abstendrá el Consejo General del Poder Judicial o como siempre se adherirá a las tesis corporativistas?
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