Los niños muertos en la guerra de Irak se convirtieron en una obsesión para la izquierda europea (también para la derecha acomplejada). Tanto que, a día de hoy, siguen utilizando sus cadáveres para sacar réditos electorales. ¿Y los niños sudaneses de Darfur? ¿Les preocupa en la misma medida? Es evidente que no.
A Europa no le interesa un genocidio que pone de manifiesto la brutalidad de los islamistas y que podría perjudicar a su equidistancia con el mundo árabe. Prefiere callar y mirar hacia otro lado. Sólo los EEUU están presionando para acabar con las matanzas, violaciones en masa y quema de aldeas propiciadas por el gobierno sudanés y perpetradas por las milicias yanyawid en Darfur. Y no son los demócratas norteamericanos, tan preocupados por la paz en el mundo, los que se desvelan, sino el propio Bush que insiste en presionar a Sudán para que acabe con el genocidio.
Del 23 al 30 de abril se celebra por tercera vez la semana conmemorativa del genocidio de Darfur auspiciada por la plataforma de organizaciones sin ánimo de lucro: "Save Darfur".
|